La grasa es un lubricante semisólido. Por lo general la grasa consiste de un jabón emulsionado con aceite mineral o vegetal.[1] La característica distintiva de las grasa es que tienen una muy elevada viscosidad inicial, la cual al aplicar un esfuerzo de corte, disminuye dando el efecto de un rodamiento lubricado por aceite con aproximadamente la misma viscosidad del aceite base usado en la formulación de la grasa. Este cambio en la viscosidad es denominado adelgazamiento por cizalladura. A veces la grasa es utilizada para describir materiales lubricantes que son sólidos blandos o líquidos con muy elevada viscosidad, pero estos materiales no presentan las propiedades de adelgazamiento por cizalladura de la grasa convencional. Por ejemplo, la vaselina por lo general no es clasificada como grasa.
Las grasas se aplican a mecanismos que pueden ser lubricados con poca frecuencia y donde la lubricación mediante un aceite no permanecería en el sitio requerido. Además también actúan como selladores previniendo el ingreso de agua y materiales incompresibles. Los cojinetes lubricados con grasa poseen mejores características de fricción a causa de su elevada viscosidad.